Cómo llego hoy aquí

0 comentario 5 vistas
Tabla de Contenido
    Add a header to begin generating the table of contents

    Introducción

    Me ha tomado poco más de 5 años, muchas horas de lectura, algunos cursos, talleres y más para poder más o menos acomodar mi cabeza y tratar de darle orden a todo lo que tengo dentro quiero compartir.

    Pero en resumidas cuentas, hoy llego a este punto de mi vida de una forma en la que nunca me hubiera gustado llegar, la pérdida de mi hijo en el 2017.

    Antecedentes

    Cuesta mucho aun poder escribir o hablar de esto y no hay otra forma de hacerlo que solamente desde el corazón.

    La pérdida de un hijo es una pérdida muy complicada, no hay ni un nombre para referirnos a ella. Es muchos casos es una pérdida muy difícil de aceptar. Los días “buenos” son más duros de lo que puedes llegar a imaginar.

    El año del 2017 marcó mi vida profundamente con lo que me tocó vivir.

    Entender un problema

    Como padres, nada en la vida nos prepara para vivir la pérdida de un hijo, pero en la vida no hay reglas. Suponemos que las cosas pasarán de una determinada forma y eso es lo más complejo de las situaciones, nuestra propia cabeza que nos lleva a interminables viajes al futuro cuando no hemos terminado de vivir nuestro presente.

    La vida nos presenta muchos contratiempos, muchos problemas y de muchas magnitudes. Algunos de ellos son tan contundentes como este, aquí no puedes hacer nada para solucionarlo. A partir de este segundo tu vida es otra.

    Esto me puso en perspectiva, me dio un punto de vista diferente y realmente me dio la dimensión necesaria para entender que hay problemas que, por mejor que creas que eres, no vas a poder resolver. Y ojo, esto no es nuevo, siempre ha estado, pero damos muchas cosas por hecho a veces pensamos que “esas cosas” nunca nos pasarán a nosotros.

    Enfrentar un problema

    Hoy me queda muy claro en mi vida que es y que no es un problema. Hay problemas que no tienen solución y todos los demás pasan a otro nivel. Hay que saber que tipo de problema tenemos enfrente para poderlo enfrentar.

    Recuerdo cada segundo y cada movimiento que realice al recibir la noticia. Como comencé a acomodar cosas en mi cabeza; cómo mi cabeza comenzó a pensar -aún con el corazón destrozado- pero sin dejar de ver nunca por mi hija y por mi esposa, como en ese preciso momento tenía que ser ese pilar fuerte en el que ellas pudieran recargarse y a partir de ese momento comenzar a vivir de otra forma, pero sin dejar de ser lo que somos y en el trayecto, crecer.

    Son cosas que se dicen más fácilmente de lo que aparentan ser, cuando se habla en primera persona las cosas cambian mucho… y más cuando, como en este tipo cosas, no hay ninguna preparación previa de ningún aspecto. Solo a darle y siempre de la mano de Dios.

    Cuando uno habla de ser su mejor versión, esto tiene de alguna forma que ser parte de eso, realmente ser tú mejor tú y con esto hacer que las cosas cambien y que el tiempo avance, pero siempre siendo uno mismo.

    ¿Qué sigue? ¿Qué viene adelante?

    Entendiendo que uno nunca sabe realmente lo que vaya a pasar en el futuro, no podemos dejar de hacer cosas y de alguna forma tratar de hacer un plan.

    Las cosas probablemente vayan a cambiar y como respondamos ante estos cambios de rumbo es lo que no hace realmente ser. Como enfrentamos las situaciones y para eso se ocupa y necesita siempre ser nuestra mejor versión.

    Durante estos últimos cinco años, me ha tocado ver y pensar en cosas en las que normalmente no hubiera pensado, me he convertido en una persona con más sensibilidad, algo a veces prohibido para los hombres.

    El Desarrollo Humano está muy conectado a las pérdidas y el Desarrollo Humano nos hace crecer como personas, pero en ningún momento hubiera querido llegar a este punto en mi vida de la forma en que llegue.

    Sin embargo aquí estoy, y recalco no por gusto ni decisión propia, y me toca encontrar el para qué llegue a este punto, a esta situación. 

    Hay quién dice que son “pruebas”, yo honestamente pienso que no lo son. Dios nos conoce perfectamente para enviarnos “pruebas”, Él ya sabe lo que nos tocará vivir, pero como humanos tenemos la oportunidad de elegir como reaccionaremos a las cosas que se nos presentan en vida, esa elección es nuestra y de esto dependerán cosas más adelante.

    Conclusión

    En algunos otros artículos iré compartiendo muchas cosas de mi filosofía, de lo que yo pienso y de que como enfrento la vida, las situaciones cotidianas a las que me enfrento y, lo que como jefe de familia me pongo a pensar y me ayuda a mantener un nivel de energía óptimo para poder ser el apoyo que tanto mi esposa e hija necesitan.

    Pero haber llegado hoy, a mí aquí y a mí ahora, no fue nunca por elección propia, lo que he decidido a partir de ese momento, si. Como humano, me equivoco y mucho, pero siempre busco enfrentar las cosas siendo mi mejor versión

    Etiquetas:

    Dejar un comentario

    Lorem ipsum dolor sit amet, consec tetur adipiscing elit. Nullam in nibh vehicula.

    Links

    Support

    Copyright © 2022 Jesús De La Garza | Internet Creativo | Mundoregio.com